MIEDO
Le miré a sus ojillos, pero esta vez de un modo diferente, intenté adentrarme en él y ver más allá de lo que el resto de los humanos ven. Mientras rascaba su barbilla, sus ojos oscuros penetraban en mi corazón intentado revelarme algo, sutilmente pero lleno de firmeza. Muy pocos lo entendían, su carácter es difícil, a veces desesperante, pero una realidad resalta y grita desde esos ojos llenos de amor y ternura que me miran con una admiración casi sublime. Por un momento me siento la persona más afortunada del mundo, por un instante me olvido de mi condición de humana imperfecta para sentirme casi una divinidad. Sus orejillas echadas hacia atrás y un leve temblor en su pata derecha escondían ese miedo aterrador que el mundo ejerce sobre él. Muy pocos, casi nadie, es capaz de percibirlo pues lo esconde tras una temible e imperturbable fiereza, se lanza tras cualquiera que quiera acercarse, no deja que nadie entre en su círculo de confianza, pues cuando sientes miedo, prefieres prote