ME QUEDO
Te miro y vuelve a latirme el
corazón como a una quinceañera, salvaje y desbocado. Rebelde se manifiesta,
confundido por el amor que vuelves a desatar en mí. Me azoro escribiendo
mientras el recuerdo de tu manos sigue candente en mi cuerpo, mientras mis
labios enrojecidos y latentes de tus labios todavía, sueñan con una realidad recién
acontecida, casi efímera, casi vaporea.
No sé cuánto he deseado sin saberlo
esos ojos de brillo deshacedor de
miedos, esos de resplandor adolescente que aparece ahora tras una década de
desfase y retraso, rememorando amaneceres de escalofrío, en crepúsculos
cálidos.
Me quedo con tu calidez que acuna
mis recuerdos, que esclarece mis miedos y los templa con nuevos atardeceres con
sabor a madrugadas de besos.
Me quedo con tu sonrisa
desgastada de melodía nunca tocada.
Me quedo con tu cuerpo
estremeciendo el mío en forma de recuerdo, pero que ocurre en una realidad casi
traumatizante y cegadora.
Me quedo, simplemente.
Me quedo, sin necesidad de
acompasar mis pasos, sin tener que adelantar ni retrasar nada. Sencillamente…
Me quedo.
-Ser
tuya es la forma más natural que encontré de pertenecerme a mí misma-
Comentarios
Publicar un comentario