UN RITMO DIFERENTE

Pensando en el amor… Me acordé de ti y de cuántas páginas de mi vida te regalé… Muchas horas a tu lado, diez mayos que formaron una bonita historia pero de un ritmo diferente a lo último vivido. Una historia que se contaba por risas a media tarde, por pelos de perro en nuestras ropas, por cafés sobre la encimera de la cocina… Nuestra historia fue un río de aguas cálidas y corriente suave, sin piedras en su fondo, fue tan fácil vivirla y caminarla que sin darnos cuenta nos perdimos en el camino, nos desfasamos en nuestro caminar y de pronto no sabíamos cómo volver a encontrarnos. En ti siempre encontré un hombro sobre el que llorar, una mano que me sostuvo la cabeza, un verso a medio acabar que nunca necesitaste que terminara. Tú eras diferente, no necesitabas poesía y flores, no necesitabas magia, ni madrugadas de abrazos, ni lluvia de besos, ni charcos en los que meternos por el simple hecho de mojarnos… Nunca lo necesitaste aunque te olvidaste preguntarme si yo los necesitaba. Fuiste mi familia y mi vida, el compañero de celda de la Almudena oscura, el recogedor de mis trozos… pero nunca hiciste el esfuerzo de unirlos para ver cómo era el puzzle, cómo era la verdadera yo dispuesta a amar tanto, tanto, tanto… que lo terminé regalando a manos llenas.


Comentarios

  1. Respuestas
    1. Gracias nuevamente Carmen. Increíblemente me has comentado las dos publicaciones que están ligadas por el mismo tema o el mismo muso. Me alegra que te gustara.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ESPEJO

MATERNIDAD Y FEMINISMO

EL PASADO